54 Festival Internacional de Teatro de Manizales

1. CONTEXTO

El teatro opera como una forma de sanación del pensamiento y del alma. Las artes escénicas en su sentido más amplio nos proporcionan herramientas a través de la ficción, del relato, del documento, de las coreografías sociales, las experiencias comunitarias y de territorio, para elaborar la realidad en la que vivimos y hacia la que nos proyectamos. Los dispositivos artísticos se convierten en poderosos laboratorios de fantasías sociales que articulan herramientas de transformación o reparación e incorporan una constelación de saberes. A través de la cultura y los rituales escénicos, se posibilita el encuentro y la reconstrucción del vínculo social. Por eso, son una necesidad, un derecho fundamental e imprescindible que hay que proteger, mantener y promover. Un periodo tan convulso y lleno de incertidumbre como este requiere audacia, reflexión y flexibilidad para poder encarar los desafíos y dar aliento a la esperanza. Debemos abrir espacios para vehicular las inquietudes individuales y colectivas, sensibilizar, repensar y dar forma al mundo que se avecina. Hay que adaptar los modelos de gestión a los cambios e incorporar nuevas prácticas de una y otra orilla desde una perspectiva decolonial.

Nos encontramos en un momento liminal, de transición hacia un mundo post-pandémico, con una desigualdad global cada vez más acuciante que hunde sus raíces en los colonialismos históricos de la modernidad y sus sucesores, el imperialismo, la globalización, las discriminaciones sociales y las políticas extractivistas. La amenaza del cambio climático, las fricciones en las fronteras, las tensiones raciales y de género, el neoliberalismo, así como algunos movimientos políticos y sociales disruptivos, convulsionan al mundo tal y como lo conocíamos. En Colombia ocurrirá un hecho crucial que será la referencia en muchos campos, la presentación del informe de la comisión de la verdad, que nos permitirá asomarnos a procesos de memoria y reconciliación.

En Colombia, la crisis económica y la pandemia también han acelerado los movimientos migratorios, el envejecimiento de la población, la gentrificación, la desigualdad, la desaparición de modos de vida y el cuestionamiento del tejido urbano. La particularidad del contexto de ciudades como Medellín y Manizales invita a pensar en ese espacio liminal que une y divide como ciudades y como cruce espacio- temporal a nivel geográfico, histórico, urbano, socioeconómico, cultural y metafórico.

El Festival Internacional de Teatro de Manizales, y su asociado el Festival Comfama San Ignacio tienen que significarse como punto de encuentro y referencia en el contexto actual en el espacio cultural común iberoamericano, como mediador entre realidades y diversidades culturales tan complejas y dispares como las que se aglutinan bajo el término de Iberoamérica –esa construcción cultural y política de la que formamos parte y que se enriquece tanto de lo que compartimos como de nuestras diferencias–. Ha de actuar también como elemento de integración y cohesión de las propias ciudades y de sus habitantes.

Nuestros festivales tienen que seguir ampliando su comunidad, local e internacional, desarrollar nuevos vínculos basados en la colaboración, los afectos, el cuidado y los saberes compartidos.

Nuestro proyecto curatorial busca ampliar los límites del pensamiento y las prácticas creativas, a través de una gestión cultural activa, colaborativa y en clave de sostenibilidad, incorporando especialmente ese teatro urgente, el que hacemos en nuestros territorios y que presenta un testimonio vivo de lo que acontece desde las diversidades, y sus implicaciones en el proceso de develación de verdades y miradas.

2. CRITERIOS Y DISPOSITIVOS DE PROGRAMACIÓN

Queremos mapear la escena contemporánea iberoamericana para recoger en diferentes formatos y espacios, miradas diversas sobre las problemáticas de la contemporaneidad, con una escucha atenta a los desafíos latentes y a la realidad que nos repercute hoy. Resultado de la globalización y de la digitalización, se han extendido dos fenómenos que expanden nuestra percepción sobre quiénes son los artistas iberoamericanos, más allá del ámbito puramente geográfico de iberoamerica como espacio cultural comun : la diáspora global de artistas y la aparición de colectivos transnacionales “líquidos” de creadores provenientes y residentes en diferentes lugares del mundo. También queremos cartografiar trabajos internacionales con poéticas y temáticas iberoamericanas.

Pero sobre todo, queremos explorar el mundo de la diversidad desde muchos ángulos que nos permitan asomarnos a esos espacios y territorios con sus relatos. Los festivales que imaginamos tienen la vocación de inspirar, provocar, emocionar, hacernos reflexionar, nutrir el sentimiento de comunidad y enseñarnos a volver a estar juntos. Queremos dar cabida a la crítica, subvertir la realidad a través de la risa y conectarnos con los públicos, con nuestra capacidad de jugar, de aprender y generar cohesión de una manera más lúdica. Queremos tender puentes con las manifestaciones de la cultura popular que se reconocen entre ambas orillas. Convocaremos a públicos diversos a descubrir programaciones pensadas como un gran tapiz que entreteje temáticas invisibles, habitado por proyectos y personas que generan contextos y lugares de encuentro desde los que se analiza e interpreta la complejidad del mundo que nos rodea, con poéticas y miradas plurales. Diseñaremos una programación que equilibre:

Es fundamental ofrecer al público la oportunidad de ver piezas internacionales significativas y programar a artistas destacados con trayectorias relevantes. Contar con los mayores talentos de la escena iberoamericana que sirvan de referente e influyan en otros más emergentes, también presentes en la programación. Pero igual de importante será dar cabida a aquellos creadores que están en la búsqueda de nuevos lenguajes y dramaturgias. Facilitar la colaboración entre artistas nacionales e internacionales y con el tejido local para fomentar la internacionalización de las poéticas en español. Queremos también que algunas de nuestras producciones estén arraigadas en el tejido y las comunidades artísticas locales.

3. DIVERSIDAD Y PÚBLICOS

El diseño de una programación diversa y heterogénea, curada con coherencia, permite cautivar y desarrollar los públicos, pudiendo dirigirse tanto a los amantes del teatro, de su historia y su legado, como a los que no han acudido todavía, a los que buscan otras miradas y para los que hay que establecer otras estrategias. Este proyecto tiene como misión ampliar el interés del público cautivo hacia otras áreas de la programación y, al mismo tiempo, atraer nuevos públicos a los festivales, ofreciéndoles herramientas para acercarse a todas las formas de teatro.

En el corazón de nuestro proyecto está celebrar la diversidad y el multiculturalismo. Necesitamos comprometernos con la diversificación de nuestra audiencia. Al curar y colaborar con artistas de diferentes lugares, razas, orientaciones sexuales, orígenes sociales y en diferentes momentos de sus carreras tendremos el potencial de llegar a diferentes públicos y de incluir un sector social cada vez más amplio (con especial atención a aquellos colectivos subrepresentados y/o en situación de vulnerabilidad).

Un diálogo con la coordinadora experiencia resultante de sus mesas de trabajo y el deseo reiterado para acercarnos a los públicos y posicionar el Festival y los artistas también es imprescindible consolidar las estrategias de comunicación tradicionales y digitales en colaboración con otras instituciones del ámbito artístico y con la prensa. Invitaremos al Festival a periodistas especializados y a medios de comunicación para promover la divulgación de nuestras actividades y su repercusión.

4. UN FESTIVAL EXPANDIDO

Queremos que los festivales lleguen al mayor número de personas posible. Para ello, una de las estrategias es proponer actividades y programación no solo en los teatros y salas de nuestras ciudades, sino también en espacios singulares.

La pandemia, las comunicaciones virtuales y las nuevas tecnologías han democratizado y normalizado el arte virtual y el streaming de trabajos presenciales con el consecuente potencial de expandir su alcance a una audiencia global. A través de la web del festival y en colaboración con plataformas latinoamericanas de referencia , se puede no sólo presentar conversaciones y encuentros sino ampliar la participación y la interacción digital de distintos grupos de edad y colectivos geográficos (nacionales e internacionales) a través del encargo de proyectos específicos para la plataforma digital y de la retransmisión de piezas pensadas para ser vistas simultáneamente en el teatro y de manera global. Al mismo tiempo, seguiremos en diálogo con artistas para dar respuestas imaginativas y audaces a los desafíos de movilidad y presencialidad que posibiliten y amplifiquen el encuentro entre creadores y público Concebimos la cultura como una herramienta para activar y promover el cambio.

Desde nuestros festivales queremos contribuir al equilibrio del ecosistema cultural y social.